Después de la intervención de glaucoma el ojo puede producir molestias, pero no debe doler. El dolor ocular que no cede con un analgésico suave como el paracetamol, es un signo alarmante y el paciente debiera acudir a su cirujano para descartar cualquier complicación. Es una de las razones principales para reconocer la conveniencia de disponer de un Servicio de Urgencias 24h propio.