En la gran mayoría de los casos la retina desprendida no es una urgencia inmediata. Se dispone de un tiempo prudencial para disponer del quirófano en las mejores condiciones técnicas y de personal auxiliar al cirujano para garantizar el mejor resultado. Sólo en casos de amenaza inminente de la fóvea (centro de la mácula) es recomendable mantener un reposo absoluto y adelantar la operación.