Sólo algunas de las lentes de contacto disponen de las especiales propiedades que permiten poder dormir con ellas, y solo podrán hacerlo aquellos usuarios que hayan superado con éxito las pruebas y se sometan a los controles periódicos de su óptico-optometrista u oftalmólogo. Si no es así y hacemos un mal uso de las lentes de contacto, nuestra salud ocular se podrá ver afectada con lesiones en la córnea, al no recibir el oxígeno suficiente, que pueden afectar a nuestra visión e incluso imposibilitar el uso de lentes de contacto en el futuro.