Ecografía Ocular

La información que proporciona y su versatilidad la convierte en un método de diagnóstico complementario de primera magnitud.

Su uso es imprescindible en multitud de situaciones clínicas, no sólo en la exploración con medios opacos sino también en el análisis cualitativo de las diferentes estructuras.

¿Qué enfermedades diagnostica?

La Ecografía identifica cualquier alteración anatómica con un tamaño mínimo situada en la cavidad vítrea, en la retina o en la capa inferior a ella (coroides), así como en los tejidos blandos de la órbita (tejido adiposo, músculos oculomotores) o en el nervio óptico. 

Cualquier opacidad ya sea en la parte anterior  (catarata, hemorragia) o posterior del ojo  (hemorragia en la cavidad vítrea o turbidez vítrea) que impida la visualización de la retina parcialmente o en su totalidad,  se beneficia del uso de la ecografía.

¿Cuándo se requiere su uso?

En oftalmología disponemos de  varios métodos de diagnóstico por la imagen para detectar lesiones (tomografía computarizada, resonancia magnética nuclear) así como diferentes exploraciones oftalmológicas (fondo de ojo, retinografía, angiografía, exploración con lámpara de hendidura).

Además de todas ellas, la ecografía ocular nos ofrece una visualización directa, en vivo, sin necesidad de radiaciones y fácilmente practicable y reproducible.

¿Disponible en ICO?  

Está disponible en ICO tanto para las situaciones de urgencia como para las consultas programadas. Se requiere únicamente de un Ecógrafo, producto sanitario electromédico utilizado para realizar ecografías o ultrasonografías. Es similar al usado para tomar imágenes en otras partes del organismo: riñón, hígado, corazón,… pero adaptado a las condiciones del globo ocular y de la órbita.

¿En que consiste?

La ecografía es un método diagnóstico a través del cual una fuente una señal acústica imperceptible para el oído humano emite el haz de ultrasonido hacia el globo ocular y sus tejidos. El aparato transductor recibe aquellos ecos que se reflejan en las interfases del tejido ocular. Un sistema informático procesa esa información y la convierte en imágenes bidimensionales o tridimensionales.

En el momento actual, los equipos con los que ahora contamos, han conseguido una resolución espacial y una definición en los hallazgos observados, que permiten aproximarse a un diagnóstico con mucha mayor fiabilidad que tiempo atrás.

La facilidad de realización, la rapidez y la inocuidad, hacen del ultrasonido una técnica de elección en el estudio del globo ocular en los casos indicados.

¿Quién puede practicarla?

Por ser una exploración dinámica, depende en gran medida del explorador que la realiza y la observa. Es por ello importante que sea realizada por un oftalmólogo. Para que la información sea válida necesita ser interpretada por parte de un especialista conocedor de esta técnica y conocedor de la anatomía ocular. 

La ecografía no tiene limitaciones de uso ningún efecto secundario en el ojo. Hasta el momento no se le atribuye ningún riesgo biológico.

¿Cómo se realiza?

Se realiza estando el paciente normalmente con los ojos cerrados. Se apoya suavemente el transductor con un gel ecográfico sobre los párpados y se le pide al paciente que mueva los ojos en diferentes posiciones. 

Se considera la técnica ecográfica prioritaria frente a otras técnicas de imagen (TAC, Resonancia magnética) en el estudio del globo. Especialmente en la población infantil, evitando así efectos nocivos de las radiaciones ionizantes (TAC). Solamente en los casos que la ecografía no sea concluyente se complementará el estudio con otras técnicas.

Es un estudio esencialmente dinámico, útil para evaluar tejidos blandos en movimiento.

¿En que casos  concretos puede ser de utilidad la ecografía ocular?

  • Desprendimiento de retina y su diagnóstico diferencial con membranas vitreorretinianas u otras lesiones que simulen el desprendimiento. 
  • Alteraciones del nervio óptico (inflamaciones, tumores)
  • Alteraciones de los músculos oculomotores (miositis, tumores, infecciones)
  • Anomalías congénitas
  • Alteraciones vítreas
  • Patología coroidea
  • Tumores orbitarios, de nervio óptico o de coroides
  • Cuando las opacidades de la córnea impiden una buena exploración de las zonas más profundas del globo ocular.
  • Alteraciones orbitarias
  • Alteraciones  de posición o morfología del cristalino.
  • Sospecha de cuerpo extraño intraocular traumático
Creado: 03/04/2018 / Actualizado: 30/06/2024

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