La angiografía fluoresceínica se realiza inyectando en vena una pequeña cantidad de contraste fluorescente para poder observar con detalle la circulación retiniana.
Este contraste se elimina en unas horas pero mientras perdura, se puede apreciar cierta coloración amarillenta en la piel y mucosas que termina por desaparecer. No tiene ninguna relación con enfermedades del hígado.
La eliminación se realiza a través de la orina por lo que siempre avisamos que será de un amarillo-naranja intenso durante unas horas hasta que se elimine del todo. Lógicamente debemos tener en cuenta este hecho en los pacientes con insuficiencia renal.