No necesariamente. Por lo general, al niño se le dilata una vez para comprobar de una manera precisa su graduación. A partir de esa dilatación y de su resultado optométrico, el profesional seguirá la evolución del pequeño.
No necesariamente. Por lo general, al niño se le dilata una vez para comprobar de una manera precisa su graduación. A partir de esa dilatación y de su resultado optométrico, el profesional seguirá la evolución del pequeño.