La mayoría de intervenciones se hacen con anestesia local, ya sea tópica (gotas anestésicas en el ojo a operar) o con un bloqueo con anestesia local (mediante la inyección del fármaco anestésico en una zona de la órbita que rodea el ojo). En el segundo caso, el de la anestesia local, la inyección se hará bajo el sueño de unos instantes de sedación endovenosa. Así no notarás nada de molestia.
Posteriormente el territorio anestesiado quedará así, sin sensaciones, y empezará a recuperar la sensibilidad pasadas entre 3 y 5 horas.
En todo el proceso, el anestesiólogo te administrará una sedación suave para que estés en un agradable estado de relajación.