Vuelta al cole: Revisión ocular

La vuelta al cole es el momento ideal para realizar una revisión visual a todos los niños/as y jóvenes en edad escolar. Revisar la vista de tus hijos antes de que se inicie el nuevo curso 2019-2020 será crucial para detectar posibles problemas de visión que puedan influir en sus resultados académicos y en su rutina diaria.

¿Por qué es necesaria esa revisión?

Porque los niños y las niñas han estado expuestos a largas horas de sol, en la arena de la playa, en la montaña y también sufren las consecuencias del cloro de las piscinas. Las vacaciones significan un punto y aparte en la rutina diaria pero también pueden acarrear consecuencias negativas como ojos secos e irritados y sensación de picor. Los niños pequeños que ven mal no tienen la capacidad de comunicar ese problema a sus padres, simplemente, porque ignoran su magnitud y no ven la forma de hacerlo. Está demostrado que no suelen quejarse de “no ver bien” ya que no tienen una expectativa clara de lo que es ver bien. Por esa razón, en una visita al oftalmólogo se detectará cualquier posible alteración y se pautará el tratamiento más adecuado para mantener la correcta salud visual.

Está demostrado que los niños no suelen quejarse de “no ver bien”

Un dato a tener en cuenta: se estima que el 80% de la información que recibe un niño durante el curso escolar lo hace a través de los ojos. Es, por lo tanto, fácil de imaginar el efecto que tiene en su rendimiento escolar cualquier problema relacionado con la visión, por pequeño que sea.

¿Cuál es la edad indicada para realizar la primera revisión?

Si no hay síntomas que indiquen que el niño tiene un problema de visión, se aconseja que esa primera visita al oftalmólogo tenga lugar en torno a los 3 años de edad. En esa primera visita se podrá descartar el ojo vago así como otros problemas refractivos, como la miopía o la hipermetropía.

La prevención es esencial para evitar problemas oculares, ya que en verano pueden aparecer daños superficiales en la córnea o en la conjuntiva. Además, un examen oftalmológico completo y periódico permite controlar la evolución de la graduación de la vista y destapar cualquier problema visual que pueda surgir.

¿Qué signos hay que vigilar?

Los padres hemos de fijarnos en una serie de signos que pueden ser indicativos de un problema visual:

• Si el niño cierra un ojo durante algunas actividades
• Ladea la cabeza
• Frunce el ceño o guiña los ojos para mirar (especialmente al mirar un objeto lejano)
• Le cuesta leer más de lo esperado en alguien de su edad
• La comprensión del texto es muy baja
• No tiene interés en leer o evita leer
• Se acerca en exceso al libro/cuaderno
• Lagrimea o se le enrojecen los ojos después de leer.

Si se observa cualquiera de los signos de la lista referida lo más recomendable sería realizar una consulta lo antes posible.

¿De qué manera afectan los problemas visuales a un niño?

Aunque una buena visión es importante a cualquier edad, resulta crucial durante esta etapa de formación del niño. Los problemas de la visión pueden derivar en éstos aspectos:

• Dificultar la lectura y/o escritura
• Disminuir el nivel de comprensión
• Frenar el aprendizaje
• Generar estrés en los niños
• Pueden conducir al fracaso escolar

En algunos casos, estos problemas visuales derivan en comportamientos específicos y falta de atención que pueden ser diagnosticados erróneamente como Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).

Últimamente, además, se está advirtiendo un aumento de la miopía en los escolares debido a la alta demanda de actividades de visión cercana como tabletas y móviles, además de ordenadores.

Las ventajas de detectar un problema visual de manera precoz mediante un sencillo chequeo son múltiples. Además, el hecho de aprovechar el principio de curso para hacerlo nos brinda la oportunidad de buscar la mejor solución antes de que repercuta en su rendimiento académico y deportivo.

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