¿Sabías que tu visión podría estar en riesgo sin que te dieras cuenta?
¿Sabías que tu visión podría estar en riesgo sin que te dieras cuenta?
Imagina que tu campo visual se va reduciendo poco a poco, sin que lo notes… Esa es la realidad del glaucoma, una enfermedad que afecta a millones de personas y es una de las principales causas de ceguera irreversible en el mundo. Lo más alarmante es que, en sus primeras etapas, no presenta síntomas.
¿Qué es el glaucoma?
El glaucoma daña progresivamente el nervio óptico debido, generalmente, al aumento de la presión intraocular (PIO). Este daño afecta tu visión, y lo preocupante es que no muestra señales evidentes en las primeras etapas. Muchas personas no notan la pérdida de visión hasta que ya es tarde. Por esto se le conoce como la "ceguera silenciosa" y es la segunda causa de ceguera a nivel mundial.
¿Quién está en riesgo?
Algunos factores aumentan tu riesgo de desarrollar glaucoma:
- Si tienes antecedentes familiares
- Si eres mayor de 40 años
- Si tienes miopía alta
- Si tienes diabetes
- Si tienes hipermetropía o miopía alta
La importancia de la detección precoz
El glaucoma avanza silenciosamente, pero puede detectarse a tiempo mediante revisiones oftalmológicas periódicas. Si tienes alguno de los factores de riesgo, no debes esperar a que aparezcan síntomas. Te explicamos algunas de las pruebas más comunes que realizamos para detectarlo y seguir su evolución:
- Medición de la presión intraocular (PIO): Para controlar que la presión del ojo esté dentro de los parámetros recomendados.
- Tomografía de coherencia óptica (OCT): Nos permite detectar el daño estructural en el nervio óptico en fases tempranas de la enfermedad, entre otras cosas.
- Campimetría: Esta prueba funcional mide tu campo visual para detectar puntos ciegos que puedan estar relacionados con el glaucoma.
Tratamiento del glaucoma: ¡No todo está perdido!
Aunque el daño visual causado por el glaucoma es irreversible, los tratamientos pueden frenar su progreso. Entre los más comunes se encuentran:
- Colirios que ayudan a reducir la presión intraocular.
- Láser o cirugía: En casos avanzados, se pueden utilizar técnicas como la Trabeculoplastia Láser Selectiva (SLT) o implantes como el XEN o el implante De PAUL, para controlar la presión ocular.
Seguir el tratamiento indicado por tu oftalmólogo es clave para evitar que el glaucoma avance.
¡Prevenir es tu mejor defensa!
No esperes a que sea tarde. Si tienes más de 40 años o antecedentes familiares de glaucoma, pide una cita con nuestros expertos de referencia de la Unidad de Glaucoma cuanto antes. Llama al 934 155 637 o pide cita por WhatsApp AQUÍ.
Comparte este mensaje y ayuda a crear conciencia sobre la importancia de detectar el glaucoma a tiempo. ¡Ver el mundo es un privilegio que debemos proteger!
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