El riesgo de glaucoma en pacientes con miopía alta
La miopía es un defecto refractivo que provoca dificultad en la visión de lejos. Es una de las afecciones refractivas más comunes, junto con la hipermetropía y el astigmatismo.
Para ver correctamente, cuando miramos con un ojo sano, la imagen que se forma dentro del ojo tiene lugar en el plano de la retina, mientras que en un ojo miope esta imagen se enfoca por delante de él, causando visión borrosa y dificultad para enfocar los objetos lejanos.
Existen distintos grados de miopía, se considera miopía leve cuando esta no tiene más de tres dioptrías, moderada cuando tiene de tres a seis y alta cuando sobrepasa las seis dioptrías.
La miopía es factor de riesgo de la aparición de diversas enfermedades oculares, como la catarata precoz, trastornos en el vítreo que pueden conducir al desprendimiento de retina, problemas en la mácula y glaucoma.
¿Qué es el glaucoma?
El glaucoma es una neuropatía óptica, es decir, una afectación del nervio óptico, cuyo factor de riesgo principal es el aumento de la presión intraocular y es una de las causas más importantes de ceguera irreversible en el mundo.
Esta enfermedad afecta aproximadamente a un 3% de la población, pero de este porcentaje se estima que una gran parte no están aún diagnosticados.
El reto principal: la detección del glaucoma en la etapa asintomática
Entre los factores de riesgo para presentar glaucoma se encuentra: tener antecedentes familiares de glaucoma, presentar miopía y, sobre todo, que la miopía sea mayor de -6 dioptrías.
El nervio óptico del ojo miope alto es más sensible a los efectos del glaucoma.
Uno de los retos a los que nos enfrentamos en el glaucoma es su diagnóstico, ya que en sus etapas tempranas el glaucoma no presenta síntomas, es decir, el paciente no percibe que su nervio óptico se va deteriorando hasta que hay una pérdida sustancial de la visión.
Es importante saber que en el momento en que el paciente percibe alguna dificultad visual debido al glaucoma, esta ya es irreversible. Entonces, el tratamiento se deberá centrar en mantener el resto de la visión que el paciente aún conserva, pero la visión perdida no se podrá recuperar.
¿Por qué puede pasar desapercibido en un ojo miope?
En los pacientes miopes es posible que la pérdida de campo visual pase desapercibida por presencia de defectos debidos a la miopía y, por tanto, es posible que el paciente no se someta a un examen oftalmológico durante años pensando que simplemente se trata de un aumento de la graduación.
Por este motivo, y especialmente a las personas que tengan antecedentes familiares y miopía alta, recomendamos encarecidamente someterse a una revisión oftalmológica anual completa a partir de los 40 años. De esta forma podremos detectar el glaucoma en su etapa asintomática y nos aseguraremos de tratar la enfermedad antes de que haya daños en el nervio óptico.
¿Qué pruebas realizamos para detectar y controlar el glaucoma?
En las revisiones oftalmológicas no solo se mide la presión ocular, un procedimiento que es totalmente indoloro y muy rápido. Además, se realiza una completa exploración ocular y se realizan las pruebas de despistaje de glaucoma que consisten en una Tomografía de Coherencia Óptica (OCT) del nervio óptico y de las capas retinianas que lo rodean, así como de las fibras ganglionares que rodean la mácula, con el fin de detectar su pérdida en fases tempranas de la enfermedad; una Campimetría o Campo visual para ver la función retiniana expresada principalmente en la visión periférica, una paquimetría para medir el grosor corneal y poder ajustar mejor la presión intraocular y, finalmente, fotografías del nervio que nos ayudarán a hacer un mejor seguimiento valorando cualquier cambio en el aspecto del nervio o descartando la presencia de hemorragias que suelen indicar sufrimiento tisular relacionado con el glaucoma.
¿Cada cuánto recomendamos hacer revisiones oftalmológicas?
La frecuencia de las revisiones dependerá de la normalidad de las pruebas. En los pacientes en que encontramos algún mínimo indicio o sospecha de glaucoma, probablemente haremos revisiones cada 4 o 6 meses, en cambio, en los pacientes en los que todo sea normal las revisiones serán suficientes con una vez al año. Al principio del proceso deben realizarse dos pruebas en pocas semanas que servirán de punto de partida para poder valorar los cambios a lo largo del tiempo.
Como hemos visto, el glaucoma puede ser más severo y pasar más desapercibido en los pacientes con miopías altas por ser una enfermedad asintomática en sus inicios y por la facilidad de atribuir sus síntomas a los propios de la miopía. Por este motivo, en ICO recomendamos a los pacientes que presentan miopías altas que se realicen controles periódicos específicos para descartar glaucoma, dado que el glaucoma solamente se puede diagnosticar mediante un examen oftalmológico, y una vez presenta síntomas estos ya son irreversibles.
Pide una revisión oftalmológica completa con nuestros profesionales de la Unidad de Glaucoma. Llama al 934 155 637 y nuestro equipo de Atención al Paciente te asesorará. También puedes contactar con nosotros a través de nuestro servicio de WhatsApp AQUÍ.
Tema presentado en la Sesión Clínica formativa de VERTE Oftalmología Barcelona por: