Protege tus ojos en la nieve
Utilizar gafas con el filtro UV óptimo, es esencial para prevenir lesiones oculares.
Llegó la nieve. Es el momento que miles de personas estaban aguardando para lanzarse a practicar sus deportes preferidos, el esquí, el snowboard, las raquetas de nieve o, incluso, algo tan simple como pasear por la montaña. Pero hay que saber que la nieve no está exenta de riesgos: tiene una incidencia directa en la visión que, además, suele venir acompañada de una falta de concienciación por parte de sus practicantes que se traduce en una deficiente protección ocular. Dicho de otra forma, cuando vamos a la nieve equipamos los pies, abrigamos adecuadamente nuestro cuerpo, utilizamos factores de protección para los labios y la piel pero, ¿y los ojos?, ¿qué hacemos con los ojos?, ¿los cuidamos realmente…?
¿Son peligrosas las radiaciones ultravioleta (UV)?
La respuesta, por sabida, no deja de ser más necesaria. Los ojos están expuestos a una dosis de radiación altamente peligrosa. Recibimos una radiación directa, como ya sabemos, pero también una radiación difusa y una tercera, reflejada (el suelo se convierte en un espejo al rebotar la luz solar –incluso en el caso de que esté nublado- y arrojarla directamente a nuestros ojos). Por esa razón, una protección ocular deficiente puede originar problemas de visión debido a las radiaciones ultravioleta (UV).
Recibimos radiación solar directa, pero también difusa y reflejada
¿Por qué hay que tener especial cuidado en la nieve?
Cuando esquiamos solemos estar muchas horas expuestos a las radiaciones ultravioleta –la nieve refleja hasta el 80% de la radiación UV, es decir, hasta cuatro veces más que el agua-. La proporción de esas radiaciones UV aumenta un 10% cada 1.000 metros de altitud al disminuir la absorción atmosférica, lo que significa que estamos más expuestos en la alta montaña.
¿Qué lesiones pueden producirse en los ojos?
Cuando no se utiliza una protección adecuada suelen producirse lesiones oculares como la queratitis solar o fotoqueratitis, también conocida como ceguera de la montaña (es una inflamación de la córnea provocada por una larga exposición a las radiaciones UV. Suele afectar a los dos ojos y aparece en las primeras doce horas después de la exposición solar. Es conveniente conocer los síntomas. Son éstos: dolor intenso –suele aparecer entre 4 y 6 horas después de la exposición a los rayos UV-, sensación de arenilla dentro de los ojos o de tener un cuerpo extraño, lagrimeo, fotofobia o intolerancia anormal a la luz, ojos enrojecidos y disminución de la agudeza visual. Hay que saber que los daños pueden ser más graves porque el efecto de las radiaciones UV es acumulativo y puede acelerar la aparición de cataratas o, incluso, producir lesiones en la retina (el tejido es más sensible).
Dolor ocular intenso 4 y 6 horas después de la exposición a los rayos UV, sensación de arenilla dentro de los ojos o de tener un cuerpo extraño, lagrimeo, fotofobia o intolerancia anormal a la luz, ojos enrojecidos y disminución de la agudeza visual son síntomas de una larga exposición solar sin la protección adecuada.
También pueden sufrir ciertas patologías los párpados y la conjuntiva, como envejecimiento prematuro y aparición de carcinomas de piel y, en el peor de los casos, lesiones degenerativas de la conjuntiva y algún tipo de carcinoma conjuntival.
Lógicamente, estas precauciones han de ser mayores en el caso de los niños y de los adolescentes. Sus ojos todavía no han desarrollado un filtro natural del cristalino capaz de protegerlos de las radiaciones UV.
¿Cómo he de proteger mis ojos en la nieve?
En VERTE Oftalmología Barcelona sabemos por experiencia que la mejor manera de prevenir lesiones oculares graves en los ojos como consecuencia de las radiaciones UV es utilizando unas gafas con el filtro UV óptimo para la actividad que estemos realizando.
Unas gafas oscuras no siempre presentan los filtros UV adecuados.
No olvides que unas gafas oscuras no siempre presentan los filtros UV adecuados. Cuando no los presentan pueden ser muy peligrosas, puesto que los cristales oscuros favorecen la dilatación de la pupila haciendo que la cantidad de rayos que se introducen en el ojo se multiplique, sin proteger los ojos de los rayos ultravioleta. Además también es importante que las gafas tengan protecciones laterales para reducir la cantidad de rayos UV que llegan a los ojos. Adquiérelas solamente en ópticas de confianza.
A la hora de escoger unas gafas para ir a esquiar, hay que tener presentes los siguientes requisitos: que exhiban la marca CE y cumplan los requisitos legales de la UE; comprar siempre gafas en establecimientos ópticos y no en otro tipo de tiendas; que su nivel de protección UV sea de 4 o filtren por lo menos el 75% de la radiación ultravioleta; que filtren al menos el 50% de la radiación infrarroja y que cuenten con protección lateral. Además, si las lentes son polarizadas, resultan ideales para condiciones de luz elevada porque reducen los reflejos de la luz.
Comprar siempre gafas en establecimientos ópticos
Hay que recordar las diferentes categorías de filtros, que son cuatro. El 0 sería para días nublados hasta el 4, que sería la gafa más oscura. En cuanto a gafa de esquí, aconsejable que dispongan de doble lente, el V400, que protege contra los rayos UV al 100%, el antivaho, para que no se empañen y ventilación, porque es aconsejable que la gafa sea envolvente 180% -por si viene un esquiador por el lateral que lo podamos ver- y, muy importante, resistente a los impactos.
Las gafas de protección solar son indispensables para la práctica del esquí. Nos debemos fijar tanto en su calidad como en el color de las lentes que vamos a usar. Éstas son sus características:
- Marrón: para filtrar las radiaciones azules. Aumenta el contraste y la profundidad de campo y es ideal para los deportes al aire libre, ya que produce un efecto relajante. Indicado en caso de miopía.
- Verde: permite una percepción de los colores con muy pocas alteraciones. Reduce la luz visible sin interferir con la claridad de visión. Especial para deportes náuticos e hipermetropía.
- Amarillo: mejora el contraste en días nubosos, brumosos y con niebla. No se recomienda su uso para conducir en días soleados ya que puede provocar errores en la percepción de las luces rojas y verdes de los semáforos.
- Gris: permite su uso continuado en el tiempo, ya que transmite uniformemente la luz a través del espectro y respeta mejor los colores naturales. Recomendado para conducir.
- Naranja: no es apto para uso solar. Aumenta el contraste más aún que el color amarillo y es el más adecuado para situaciones en que el cielo está encapotado. Proporciona el mayor contraste cuando se dan situaciones de baja luminosidad y es un filtro eficiente para la luz azul. Es el color idóneo en condiciones de baja luminosidad, como la conducción nocturna o con niebla, ya que aumenta los niveles de contraste.
Es mejor no llevar gafa solar que usar una de dudosa procedencia.
Fundamental: hay que exigir que la gafa sea homologada. Es mejor no llevar que usar una de dudosa procedencia, si utilizamos gafas con lentes de baja calidad, la pupila se dilata se incrementa el nivel de radiación que penetra en el ojo dañándolo aún más. Los efectos pueden ser muy nocivos.
Consulta a nuestra unidad de optometría para cualquier duda que tengas sobre protección solar ocular. Ellos te asesorarán y te informarán de las últimas novedades. Unidad de Optometría Clínica
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