¿Por dónde drena el líquido intraocular?
La importancia del canal de Schlemm en la presión intraocular (PIO), factor de riesgo principal en el diagnóstico de glaucoma.
¿Por dónde drena el líquido intraocular?
El ojo está relleno por dos tipos de fluidos: uno viscoso que rellena la mayor parte del globo, el humor vítreo, y otro muy líquido que circula por su porción más anterior, el humor acuoso.
La dinámica de producción y eliminación del humor acuoso es muy importante para mantener la presión intraocular (PIO) dentro de límites normales. Muchas variantes de glaucoma se deben a alteraciones en la vía de drenaje del humor acuoso.
Muchas variantes de glaucoma se deben a alteraciones en la vía de drenaje del humor acuoso.
Este fluido se produce en los procesos ciliares, un tejido que rodea al cristalino ocular. El humor acuoso baña la superficie anterior de esta lente natural y pasa a través de la pupila para rellenar la cámara anterior del ojo, es decir, el compartimiento delimitado entre la córnea y el iris.
Justo en el ángulo que forman el iris y la córnea están las estructuras por donde drena el líquido intraocular: la malla trabecular y el canal de Schlemm. El humor acuoso filtrado por este «desagüe» es conducido a las venas superficiales del ojo (venas epiesclerales), donde el fluido vuelve a la circulación general.
Justo en el ángulo que forman el iris y la córnea están las estructuras por donde drena el líquido intraocular: la malla trabecular y el canal de Schlemm.
Circulación del humor acuoso en el interior del ojo. A: el acuoso se produce en los procesos ciliares, pasa a través de la pupila hasta la cámara anterior y se elimina a través de la malla trabecular y el canal de Schlemm hacia la circulación general. B: ampliación del ángulo iridocorneal mostrando las estructuras de drenaje del humor acuoso. Ilustraciones del Dr. Romera modificadas a partir de las realizadas para la monografía «Cirugía microincisional del glaucoma», de Lavín y Alcocer, SEO, 2016.
Un filtro y una tubería
Las estructuras de drenaje del humor acuoso ocupan los 360º del ángulo iridocorneal y funcionan como una especie de filtro o colador (la malla trabecular) y como una tubería circunferencial que rodea el ojo y recoge el líquido (el canal de Schlemm).
La malla trabecular o trabeculum está formada por varias capas de tejido poroso, cada vez más tupidas cuanto más cercanas al canal de Schlemm; la malla se encarga de atrapar partículas que pueda contener el humor acuoso, en especial el pigmento que se desprende del iris. El canal de Schlemm rodea como un anillo todo el ángulo iridocorneal y presenta aberturas que conectan con unos conductos colectores que llevan el líquido drenado hasta las venas epiesclerales.
Si pudiéramos viajar por este conducto quizás nos recordaría algunas de las galerías que construyó Antoni Gaudí en el Parc Güell de Barcelona, como el Pórtico de la Lavandera. Esta galería tiene por un lado forma de medio túnel, como el canal de Schlemm, mientras que por el otro está delimitado por una serie de columnas, a semejanza de la malla trabecular.
Semejanza entre el canal de Schlemm y los paseos porticados de Gaudí en el Park Güell (en la imagen, el Pórtico de la Lavandera). La malla trabecular es un tejido poroso que deja pasar el humor acuoso (como las columnas del pórtico dejan pasar la luz) y este fluye a lo largo del canal de Schlemm desde donde se conduce a las venas superficiales del ojo.
¿Quién bombea el líquido intraocular? ¡El corazón!
El humor acuoso se produce por filtración de la sangre a través de los procesos ciliares y difunde hasta alcanzar el ángulo iridocorneal por donde se elimina. Pero ¿qué fuerza empuja al humor acuoso a través de la malla trabecular y el canal de Schlemm? ¿Es un flujo pasivo del líquido o hay una bomba que lo mueve? Pues sí, hay una bomba y es el propio corazón.
El pulso que genera el corazón con cada latido se transmite por las arterias a todos los órganos del cuerpo, incluyendo el ojo. En efecto, el ojo tiene una pequeña pulsación sincrónica con el ritmo cardíaco, la cual produce una oscilación en la presión intraocular. Es esta oscilación la que ayuda a empujar al humor acuoso a través del sistema de drenaje. De hecho, el diámetro del canal de Schlemm varía según esta onda de pulso: se comprime durante la sístole y se dilata en la diástole.
El pulso que genera el corazón con cada latido se transmite por las arterias a todos los órganos del cuerpo, incluyendo el ojo. El diámetro del canal de Schlemm varía según esta onda de pulso: se comprime durante la sístole y se dilata en la diástole.
Cirugías del canal de Schlemm
La moderna cirugía del glaucoma incluye múltiples procedimientos centrados en el canal de Schlemm, tanto por vía intraocular como a través de la superficie ocular. Algunas de estas nuevas intervenciones, denominadas MIGS (Microincisional Glaucoma Surgery), consisten en implantar dispositivos en el canal para drenar más fácilmente el humor acuoso fuera del ojo, como los implantes iStent, XEN, Cypass y otros. En otros procedimientos se dilata quirúrgicamente el canal de Schlemm (canaloplastia) o se implantan expansores en su interior. Finalmente, también existen intervenciones para eliminar la malla trabecular, como el Trabectome, el Kahook dual blade o la trabeculoplastia con láser (ELT).
Director de la Unidad de Oculoplástica y Órbita y Unidad de Neuroftalmología
Ilustrador médico
VERTE Oftalmología Barcelona