Maria: Disfruto más del deporte sin gafas
Una vez tratada la Degeneración Reticular, Maria se ha podido quitar las gafas
Maria vino a nuestra consulta porque quería dejar de llevar gafas. En la revisión oftalmológica le hicimos todas las pruebas para ver si era apta y vimos que tenía Degeneración Reticular (Degeneración en empalizada o Lattice degeneration en inglés), una enfermedad atrófica de la retina periférica que se caracteriza por producir un adelgazamiento inusual del tejido de la retina y por presentar vasos sanguíneos fibrosos. Normalmente, se manifiestan en forma de parches redondos/ovalados o lineales y pueden acabar haciendo agujeros en la retina a causa de su ligereza y debilidad. La consecuencia final en los casos más graves es el desprendimiento de retina.
Maria, ¿cómo nos conociste?
Unos conocidos se habían operado con vosotros y estaban muy contentos. Decidí buscar información por internet, miré las reseñas y la página web y me pareció todo muy profesional, así que decidí contactar con vosotros.
¿Hacía muchos años que llevabas gafas? ¿Tenías mucha graduación?
Hacía bastantes años que llevaba gafas, desde el instituto, pero no tenía mucha graduación, unas dos dioptrías y un poquito más.
¿Normalmente, ibas con gafas o con lentillas?
Pues depende, usaba mucho las dos cosas porque para bailar, dar clases y hacer deporte llevaba siempre las lentillas, pero, en cambio, si estaba por casa o tenía que ir a hacer algún encargo usaba las gafas.
¿Hacía mucho que querías dejar de usar gafas?
Sí, hacía tiempo. La verdad es que tenía muchas ganas, sobre todo porque en verano es muy incómodo, si quería ir a nadar a la playa las lentillas me molestaban mucho y sin gafas no veía nada. Tener la oportunidad de no tener que llevar gafas es una comodidad muy grande. No es que me molestaran mucho o que fuera muy incómodo el hecho de llevarlas, era más bien pesado porque, por ejemplo, yo siempre voy en moto y tengo que llevar casco, de modo que la fricción entre los cabellos y las gafas me cortaba el cabello. Por este motivo, siempre llevo flequillo, porque igualmente se me cortaba. También, cuando te pones el casco de la moto se te deforman muy fácilmente las gafas.
¿Hay algún motivo que te haya hecho decidir finalmente?
Me estoy preparando para unas oposiciones y uno de los requisitos de las pruebas físicas es tener una mínima agudeza visual, por tanto, tarde o temprano me habría tenido que operar.
Aun así, aunque no fuera un requisito, lo hubiera acabado haciendo de todos modos. Conozco a gente que se ha hecho la cirugía refractiva y todo el mundo dice que es lo mejor que puedes hacer en la vida, y claro, piensas, si todo el mundo está tan contento debe ser por algo.
¿Cómo fue el proceso que seguiste desde que viniste a ICO hasta la cirugía?
Concerté una primera cita para hacerme una revisión y me hicieron, el mismo día de la visita, todas las pruebas para ver si era apta para la cirugía LASIK.
La Dra. Nuria Manrique, de la Unidad de Cirugía Refractiva, me dijo que lo era, pero que había encontrado una anomalía en la retina y se tenía que solucionar antes de hacer la intervención. Me derivó al Dr. David Andreu, director de la Unidad de Cirugía Refractiva, para que me hiciera un diagnóstico y me tratara.
El Dr. David Andreu me dijo que tenía Degeneración Reticular (Lattice Degeneration) y que tenía que hacer un tratamiento, ya que, de no hacerlo tenía más probabilidades de tener un desprendimiento de retina en el futuro, tanto si me operaba como si no. Me dijo que era de carácter preventivo, que aunque tuviera esta degeneración, una vez solucionada, podía hacerme la cirugía refractiva.
¿En qué consiste el tratamiento de la degeneración Reticular (Lattice)?
El tratamiento consiste en hacer un láser (Fotocoagulación Láser de Argón) para “coser” la retina haciendo unos impactos que provocan la fijación de la retina a su base. El especialista me dijo que mirara un punto en concreto en una máquina, y me hizo flashes de luz.
La verdad es que le dije: hazme lo que me tengas que hacer, yo confío en ti al 100%.
Me lo repartió en unas tres o cuatro veces y todo el proceso duró un mes más o menos. Cuando acabó de cicatrizar, pasadas dos semanas, ya me hice la cirugía LASIK.
¿Estabas nerviosa por hacerte la cirugía LASIK?
Lo llevaba bastante bien porque el Dr. David Andreu me comentó que la cirugía sería más leve en comparación con el tratamiento que había hecho previamente. Además, sería él mismo quién me haría la intervención, por tanto, ya le conocía y había estado en sus manos, me sentía segura la verdad.
¿Tuviste que hacer algún tipo de preparación previa para la cirugía LASIK?
Si no lo recuerdo mal, tuve que estar unos 7 días sin usar las lentillas y, unos días antes, me tenía que limpiar los párpados con unas toallitas para evitar que no hubiera ningún tipo de parásito ni nada que pudiera causar infección. El día anterior, me hicieron tomar un tranquilizante para que estuviera calmada y el mismo día de la cirugía otro.
¿Cómo fue la experiencia durante la cirugía? ¿Fue bien?
Muy bien, fue muy rápido la verdad. No sentí nada de dolor, fue muy pero que muy bien.
En el quirófano me pusieron unas gotas anestésicas que hicieron que no notara nada durante la operación. Seguidamente, me hicieron mirar fijamente una luz verde y me dijeron que era muy importante que me quedara quieta. Me explicaron que como máximo duraría 13 segundos e intenté hacer caso y no moverme en absoluto durante este rato. Estaba tan concentrada que, la verdad, se me pasó muy deprisa.
Al terminar te pudiste ir a casa, ¿cómo estabas?
Cuando terminó la intervención veía un poco borroso y me molestaba la luz, por eso te recomiendan que vayas con un acompañante, en mi caso me acompañó mi pareja. Pudimos irnos a casa y me dijeron que lo mejor era que durmiera para dejar descansar los ojos.
Me dieron unos protectores para los ojos que tenía que usar para dormir las primeras tres o cuatro noches.
¿Cuánto tiempo tardaste en ver bien? ¿Pudiste hacer vida normal?
Vi borroso solo el mismo día de la cirugía, el día siguiente hice la visita de control postoperatorio y ya estaba muy bien. Las molestias de las luces duraron algo más.
Me dijeron que podía hacer vida normal, excepto mojarme los ojos y hacer deporte durante unos días.
Yo soy muy deportista y me costó mucho no hacer deporte. Soy una persona muy activa y lo necesito mucho. Por eso les pedí exactamente qué podía hacer y qué no, les dije, “lo que me digas que puedo hacer, por poco que sea lo haré, por favor, lo necesito”. Me dijeron que tenía que estar al menos una semana sin hacer deporte y, después, podía hacer ciertas cosas sin impacto y sin peligro de que me entrara nada en los ojos, como por ejemplo sentadillas y estiramientos. Normalmente hago CrossFit cada día y me recomendaron no hacerlo hasta pasadas dos semanas.
Ahora ya hace dos meses que te has hecho la cirugía refractiva, ¿cómo estás?
Muy bien, ahora empiezo a ser consciente de lo que significa no llevar gafas, puedo hacer de todo como deporte o nadar bajo el agua y me parece increíble. Realmente me ha cambiado muchísimo la vida.
¿Estás contenta y satisfecha con el proceso y los resultados?
Estoy contentísima y muy agradecida, sobre todo con el trato que me ha dado todo el mundo en ICO.
Todo el equipo que me ha visitado y tratado me parecen superprofesionales. Estuvieron siempre a mi lado para ayudarme con lo que necesitara, lo volvería a repetir. Estoy muy feliz, de verdad. Le recomiendo a todo el mundo que se quite las gafas, pero sobre todo aquí en ICO.
La importancia de las revisiones periódicas
Como nos ha contado, María vino a la consulta porque estaba cansada de llevar gafas y se quería hacer cirugía refractiva. Gracias a esto, descubrió que tenía una degeneración de riesgo en la retina y ha podido hacer un tratamiento preventivo, cosa que si no hubiera venido, su patología habría podido tener una consecuencia grave. Lo que le ha pasado a María nos demuestra, una vez más, y aunque nos consideremos jóvenes y sanos, la importancia de hacernos controles de forma periódica, ya que a pesar de que no presentemos ningún síntoma, a veces podemos tener alguna patología no diagnosticada que necesite tratamiento.
Pide Cita
Así pues, tanto si quieres dejar de usar gafas como si quieres hacerte una revisión, llámanos al 934 155 637 y nuestro equipo de Atención al Paciente te asesorará con lo que necesites. Si lo prefieres puedes escribirnos por WhatsApp AQUÍ.