¡Es verano! ¿Qué debo tener en cuenta para mantener una buena salud ocular?

Llegan las vacaciones de verano, una época del año en la que en general aprovechamos para hacer más actividades al aire libre. Esto permite descansar a nuestros ojos del uso excesivo de pantallas que hacemos durante todo el año, siendo también beneficioso para nuestros pequeños, que cada día están más expuestos a dispositivos electrónicos.

Si bien los descansos de los dispositivos electrónicos y la exposición al aire libre moderan el efecto que puede tener en la vista la actividad frente a una pantalla, también hay una serie de recomendaciones esenciales a tener en cuenta en verano, especialmente durante la actividad al aire libre, para mantener una buena salud ocular.

Protégete frente a la radiación ultravioleta con gafas con filtro solar

Durante los últimos años ha habido un proceso de concienciación del efecto de la radiación solar ultravioleta, especialmente en nuestra piel. Son muchos los padres que aplican cremas protectoras a sus hijos y, sin embargo, se olvidan de proteger una parte importante de su cuerpo; los ojos de nuestros pequeños.

En verano la radiación solar ultravioleta es intensa y es necesario proteger tanto los ojos de los niños como los de los adultos con gafas de sol protectoras y/o sombreros de ala ancha, puesto que el daño ocasionado por radiación ultravioleta puede provocar problemas oculares que, con toda probabilidad, se agraven con el envejecimiento. El cristalino y la retina son dos tejidos que revelan más sensibilidad a todas las radiaciones solares, visibles y no visibles.

En verano también puede empeorar la sequedad ocular

Con las altas temperaturas es habitual que en nuestras casas o en la oficina utilicemos aire acondicionado para mejorar nuestra confortabilidad. Estos aparatos reducen la humedad del aire en los espacios cerrados, por lo que se puede producir una mayor evaporación de la lágrima en la superficie ocular y producir o incrementar los síntomas de ojo seco como escozor, sensación de cuerpo extraño o lagrimeo.

Tampoco debemos olvidar que cuando pasamos tiempo en la playa, tanto el agua salada como el viento y la arenilla que este puede transportar, pueden resecar e irritar nuestros ojos. De modo similar, los productos para desinfectar el agua de las piscinas, como el cloro, también pueden producir irritación y molestias oculares.

¿Qué recomendamos?

Durante la actividad en espacios cerrados interiores:

• Hidrátate los ojos con lágrimas artificiales durante y después del uso de pantallas
• Aumenta la humedad de los espacios cerrados y con aire acondicionado con la ayuda de humidificadores para crear un ambiente más adecuado para nuestros ojos
• Evita el flujo de aire acondicionado directo, puesto que provoca una evaporación más rápida de la lágrima
• Reduce el uso de pantallas y haz descansos regulares para minimizar sus efectos que pueden provocar a largo plazo como el desarrollo de la miopía
• Parpadea con frecuencia para ayudar a la distribución de la lágrima en los ojos, recomendablemente no menos de quince veces por minuto, especialmente si estás delante de una pantalla

Durante y después de las actividades al aire libre:

• Usa gafas de sol para proteger los ojos de la radiación solar ultravioleta y para prevenir lesiones en la córnea, y utiliza gafas de natación o de buceo para evitar la entrada del agua salada del mar o del agua con cloro de las piscinas. En caso de no disponer, también puedes bucear con los ojos cerrados para evitar los típicos ojos rojos y las conjuntivitis provocadas por la irritación
• Bebe mucha agua, especialmente durante periodos prolongados bajo el sol y durante y después de realizar actividades deportivas
• Hidrátate los ojos con lágrimas artificiales después del baño y no te frotes ni rasques los ojos ante la posibilidad de entrada de arenilla de la playa, ya que se pueden producir heridas oculares. En tal caso, acude a urgencias oftalmológicas para una valoración ocular
• Usa gafas protectoras durante las actividades deportivas de contacto o en las que se puedan producir golpes, contusiones o perforaciones

Si a pesar de haber seguido las pautas de prevención, los síntomas como escozor, sensación de cuerpo extraño, lagrimeo o fatiga visual persisten, te recomendamos que pidas cita con tu oftalmólogo de confianza para que te haga una valoración y te recete un tratamiento adecuado.

Si quieres pedir una consulta con nuestros especialistas, puedes llamar al 934 155 637. En el caso de tener una urgencia oftalmológica, puedes acudir a nuestro Servicio de Urgencias 24 h, estamos abiertos todos los días del año. También puedes chatear por WhatsApp AQUÍ con nuestro equipo de Atención al Paciente y resolver tus dudas.