El Glaucoma no es la única enfermedad ocular que puede afectar al nervio óptico, pero sí la más frecuente.
El Glaucoma es una enfermedad del nervio óptico. Este nervio es el encargado de conducir las imágenes recogidas en el ojo hacia el lóbulo cerebral occipital, situado en la zona posterior del cerebro, para registrarlas y hacer consciente la visión. La pérdida irreversible de fibras nerviosas que transmiten las imágenes se traduce en un empobrecimiento de la visión que, progresivamente, puede llevar a la ceguera.
La presión ocular elevada es la causa más frecuente de Glaucoma, pero no la única
Podemos observar a pacientes con Glaucoma con una presión dentro de los limites normales, lo que denominamos Glaucoma de Tensión Normal. Aun así, la causa más conocida y por el momento la única causa tratable del Glaucoma es la presión intraocular elevada. Por este motivo, detectar todos los pacientes que tienen la presión intraocular elevada nos ayuda a encontrar a aquellos que sufren de Glaucoma, con el fin de iniciar el tratamiento.
El oftalmólogo individualiza el tratamiento del Glaucoma para cada paciente
No todos los pacientes que presentan presión intraocular elevada padecen de Glaucoma, ni tienen porque padecerlo en un futuro. La resistencia del nervio óptico a la elevación de la presión intraocular es distinta en los diferentes pacientes. Nos podemos encontrar ojos que resisten presiones elevadas durante largos periodos de tiempo, mientras que por el contrario, existen nervios ópticos más sensibles a la elevación de la presión intraocular y que desarrollaran neuropatía o degeneración del nervio mucho antes o bajo presiones intraoculares más bajas.
Esta “sensibilidad” a la presión intraocular, distinta en los diferentes nervios ópticos, lleva al oftalmólogo a individualizar el tratamiento del Glaucoma para cada paciente en concreto, en función de cómo “resiste” cada nervio óptico la presión intraocular elevada.
El método que disponemos en la actualidad para saber si un nervio óptico está dentro de un rango razonable de presión intraocular, es aquel que nos demuestra que no se pierden fibras nerviosas a una presión intraocular dada.
Estos estudios se basan en:
- El registro de la función visual, "saber cómo funciona el nervio", a través de la respuesta a estímulos luminosos en todo el campo de visión (estudios funcionales).
- O bien se basan en el estudio del aspecto y grosor del nervio óptico y de las fibras nerviosas que lo conforman (estudios morfológicos).
Por tanto, el control del Glaucoma se basa en contener la presión intraocular en valores que no alteren ni la función ni la morfología del nervio óptico.
La presión intraocular debe ser medida de forma periódica
La presión intraocular debe ser medida de forma periódica y valorada en función del estado del nervio óptico, que se estudia y compara periódicamente mediante pruebas como el campo visual, fotografías seriadas y estudio del grosor de la capa de fibras nerviosas y del nervio óptico.
Asimismo, la elevación de la presión intraocular y la vulnerabilidad del nervio óptico a padecer Glaucoma tiene un patrón de herencia familiar y, por tanto, se transmite a los descendientes. Por este motivo, paralelamente al estudio y tratamiento del Glaucoma en un paciente, es conveniente el estudio de la familia directa con el fin de detectar todos aquellos miembros que pudieran estar afectados de la misma enfermedad.
El glaucoma es una enfermedad frecuente y compleja que debe abordarse con la ayuda de alta tecnología y mucha experiencia clínica. Disponemos de muchos fármacos y de muchas técnicas quirúrgicas. El manejo del proceso por oftalmólogos expertos es la mejor manera de asegurar que el nervio óptico no pierde más fibras nerviosas. Ese es el objetivo de nuestra Unidad de Glaucoma.
Dra. Susana Duch
Directora de la Unidad de Glaucoma de ICO