¿Cómo ayudar a una persona con baja visión?

Es necesario que las personas con Baja Visión sean tratadas de manera adecuada a sus limitaciones visuales para que puedan estar en igualdad de condiciones ante la convivencia social. Hay que tratarlos con respeto, encontrar el canal de comunicación adecuado que permita interactuar de modo eficaz y cercano y entender que un buen trato favorece a la diversidad humana y, sobre todo, mejora las relaciones de igualdad.

La pregunta es, ¿cómo ayudar a una persona con Baja Visión?

Esta es la respuesta: si pide ayuda, atenderle y no sobresaltarse. Seguro que nos explicará brevemente su situación y lo que necesita. Nos dirá de qué forma puedo ayudarlo/a.  Si necesita que lo acompañemos a algún lugar, nos lo pedirá y lo guiaremos, lo que aliviará su ansiedad. Si nos pide que le desvelemos todos los obstáculos que hay en el camino o en qué punto estamos, le facilitaremos esa información.

Las pautas básicas para guiar son éstas: colócate un paso por delante de la persona con Baja Visión, en el lado opuesto al bastón o al perro guía. Ofrece tu brazo para que se agarre, él lo cogerá justo por encima del codo, haciendo pinza con el pulgar y el resto de sus dedos. El brazo ha de estar relajado y transmitir naturalidad. Nunca te coloques detrás de la persona, ni agarres su brazo o su bastón y, mucho menos, le empujes hacia delante. Evita que tenga que estirar demasiado su brazo o separarlo excesivamente de su cuerpo. Ha de ir cómodo y, su codo, flexionado. Adapta tu paso a sus características y al medio por el que os desplazáis. Cuando transmitas informaciones, sé preciso; evita términos ambiguos como aquí, o allá… Agradecerá palabras como delante, detrás, arriba, abajo, derecha, izquierda… Cuando finalice tu ayuda, informa de dónde estás y cuál es el entorno.

Advierte a la persona con Baja Visión si accedes a un paso estrecho. Mueve el brazo con el que guías hacia el centro de la espalda para indicar que ha de caminar detrás de ti. Una vez atravesado ese espacio estrecho, recupera tu posición normal. Si accedes a puertas, indícaselo. Trata siempre que la persona a la que guías esté siempre en el lado de las bisagras. Abre la puerta con el brazo guía (esto hará que la persona a la que acompañas sepa si la puerta se abre hacia dentro o hacia fuera). Cuando cruces la puerta, la persona con Baja Visión colocará su mano contra la puerta y la deslizará hasta encontrar el picaporte.

Evita exclamaciones que provoquen ansiedad como ‘¡ay!’, ‘¡cuidado!’ y recurre a exclamaciones informativas del tipo ‘¡alto!’, ‘¡pare!’…

Las personas con Baja Visión también requieren de ayuda para subir a coches, transportes públicos (autobuses, trenes, tranvías, baños públicos, ascensores… Particular atención ante situaciones de riesgo; en estos casos, reacciona lo antes posible evitando que la persona pueda tropezar con algún obstáculo, evita exclamaciones que provoquen ansiedad como ‘¡ay!’, ‘¡cuidado!’ y recurre a exclamaciones informativas del tipo ‘¡alto!’, ‘¡pare!’… Hazte oír claramente sin provocar ansiedad y explica la naturaleza del obstáculo empleando un tono de voz relajado. Explica cuál es la situación y cómo identificar los riesgos. Si hay letreros informativos, léelos en voz alta y si has de cambiar el recorrido habitual, házselo saber. Cuando finalice tu ayuda, explica dónde estás.

Bibliografía: Manual de trato a pesonas con baja visión - Asociación Visión España - AVE