Cataratas en pareja

Cirugía- Lentes trifocales. Entrevista a Josep y Mª Àngels.

“Al día siguiente, ya con los dos ojos operados, fue mágico, no nos lo podíamos creer. Veíamos muy bien.”

Josep y Mª Àngels son un matrimonio que acudió a nuestro centro para una revisión oftalmológica. Pensaban que les había aumentado la graduación, pero descubrieron que, en realidad, tenían vista cansada. Además, se les había formado cataratas en ambos ojos causándoles baja agudeza visual.

Los dos decidieron aprovechar la intervención para eliminar el uso de gafas con la implantación de lentes trifocales. Nos cuentan la experiencia de pasar por quirófano “juntos”, el mismo día. 

Josep y Mª Àngels, en la revisión oftalmológica les dijeron que tenían cataratas. ¿Qué síntomas tenían?

Mª Àngels: A mí me lloraban mucho los ojos y veía mal. Pensaba que tenía que ajustar la graduación porque llevo gafas y decidí pedir una cita a IO·ICO con el Dr. Joaquim Fontanals, que es nuestro oftalmólogo habitual. El Dr. Fontanals me dijo que el problema de mi baja visión era que tenía vista cansada (presbicia) y cataratas en los dos ojos. Sobre todo, tenía dificultades para trabajar con el ordenador. Se me hacía muy difícil ver la pantalla. Sin gafas no podía hacer nada; no veía ni de lejos, por la miopía; ni de cerca, por la vista cansada.

Josep: A mí también me dijo que tenía cataratas en los dos ojos. Si no hubiera sido porque mi mujer Mª Àngels decidió hacerse una revisión, seguramente yo no me hubiera visitado. Me había acostumbrado a no ver del todo bien. Se me fueron formando las cataratas lentamente y cada vez veía peor, pero no me daba cuenta. Fue una sorpresa para mí cuando el Dr. Fontanals me dijo que también tenía cataratas. Mi trabajo no implica la visión cercana, por lo que no tener una visión perfecta no me afectaba tanto en el día a día. Pensaba que eran cosas de la edad.

El Dr. Fontanals les contó la existencia de las lentes trifocales en la operación de catarata. ¿Les costó decidirse?

Mª Àngels: El Dr. Fontanals nos dijo que, ya que nos tenía que operar de cataratas, nos podía poner una lente graduada (trifocal) dentro del ojo, en el lugar del cristalino, que es donde se forma la catarata. De este modo, ya no tendríamos que llevar gafas, ni de lejos, ni de cerca. No tenía ni idea de la existencia de este tipo de lentes. La verdad es que le tengo confianza a mi doctor y no me lo pensé ni un minuto. Lo dejamos todo en sus manos.

Josep: A mí, desde siempre, me molestaban mucho las gafas y últimamente con la mascarilla ya era un suplicio, todo el día empañadas… Además, por el trabajo que hago, que es más físico, se me rompían muchas veces, se me deformaban o rayaban. Estaba muy cansado, veía más borroso con las gafas que sin ellas… Yo le dije, ¿Doctor, puede operarme mañana?

¿Cómo fue el proceso que siguieron, desde el diagnóstico, hasta el día de la operación para la implantación de lentes trifocales?

Mª Àngels: Después de la consulta con el Dr. Fontanals pasamos directamente por Coordinación Quirúrgica. Allí nos informaron de todo, nos dieron el presupuesto, la documentación para la analítica preoperatoria y los colirios que nos teníamos que poner antes de la operación. No tuvimos que preocuparnos por nada. Nos encargaron las lentes y nos dijeron que nos llamarían en cuanto llegaran para programar el día de la operación.

Josep: Nos dijeron que el primer día nos intervendrían a cada uno un ojo y al día siguiente el otro. El ojo recién operado lo teníamos que llevar tapado hasta la intervención del día siguiente, que nos harían también la visita postoperatoria.

¿Cómo fue la intervención de cataratas? ¿Estaban nerviosos?

Josep: Primero operaron a Mª Àngels. Me hicieron esperar en una sala y al cabo de media hora vinieron a buscarme para empezar a prepararme. No estaba nervioso. En general soy una persona muy tranquila.

Mª Àngles: Yo estaba emocionada, tenía muchas ganas de quitarme las gafas, pero nerviosa por la operación no lo estaba. La intervención nos fue muy bien a los dos. Nos pusieron un sedante. Mientras me operaban escuchaba lo que decían los doctores, pero no me enteraba mucho, me acuerdo que pensaba, ¿cómo me pueden estar operando con los ojos cerrados? ¿Cómo lo hacen? Mi sensación fue de mucha paz, me pareció que toda la intervención duró 5 minutos.

Josep: Aunque mi anestesia era la misma que la de Mª Àngels, yo no fui consciente de nada. Dormí profundamente durante toda la operación.

¿Y el postoperatorio? ¿Notaron alguna molestia?

Mª Àngels: Los dos teníamos un ojo tapado, la estampa era graciosa, pero ninguno de los dos tuvimos molestias ni dolor en ningún momento.

Al día siguiente nos hicieron la visita del postoperatorio del ojo recién operado, nos quitaron el parche y nos intervinieron el otro ojo a cada uno.

Finalizada la cirugía de implantación de lentes trifocales, al quitar el parche, ¿cómo veían?

Josep: A mí cuando me quitaron el parche vi perfecto. Los colores eran vivos y distintos. Fue impresionante. Me molestaba un poco la luz, pero el Dr. Fontanals ya me avisó que este síntoma era normal y que desaparecería con los días. 

Mª Àngels: A mí cuando me lo destaparon veía un poco de niebla y tenía sensibilidad a la luz igual que Josep. En muy poco tiempo fue desapareciendo hasta ver perfecto. Al parecer, en uno de los ojos, tenía una catarata más desarrollada y es normal que tardara un poco más en recuperarse.

¿Y el segundo ojo fue una experiencia similar?

Mª Àngels: Si, además ya sabíamos a lo que íbamos. Ya no éramos novatos. La sorpresa vino al día siguiente, cuando nos quitaron el parche, ya con los dos ojos operados, fue mágico, no nos lo podíamos creer. Veíamos muy bien.

Josep: Mira, yo tengo un jersey que me compré antes de la intervención pensando que era verde apagado y en realidad es amarillo. Veo todo más claro, más nítido y los colores muy vivos.

¿Este mes cumplen un año sin usar gafas, están contentos de haber decidido implantar la lente trifocal al quitar la catarata?

Mª Àngles: Mucho, yo lo recomendaría a todo el mundo. Es que es un alivio quitarse las gafas. Es de lo mejor que he hecho. Además, antes, con las gafas, mis ojos eran pequeños, de miope y hacía mala cara. Ahora se me han hecho más grandes, los tengo más abiertos y me siento mucho más cómoda en todos los sentidos.

Josep: A mí, como he dicho antes, por mi trabajo se me rompían mucho. Me las tenía que cambiar muy a menudo y gastarme dinero cada vez. Ahora ni me acuerdo que llevaba gafas. 

Mejor calidad visual, mejor calidad de vida:

Josep y Mª Àngels se acostumbraron a ver cada vez peor. Al disminuir de forma progresiva su agudeza visual, su calidad de vida también disminuyó. Hasta el punto de llegar a pensar que no ver bien era una consecuencia de la edad sin solución.

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