El tratamiento del glaucoma congénito e infantil es quirúrgico. Las intervenciones más comunes son la goniotomía y la trabeculotomía. Es muy frecuente tener que realizar varias intervenciones hasta que se consigue el control de la tensión, debido a que la cicatrización en los niños es intensa llevando al fracaso de la cirugía. En ocasiones, cuando la goniotomía falla repetidamente, puede requerirse cirugía con implantes de drenaje. Estos implantes se insertan en el globo ocular para mejorar el éxito quirúrgico.