La altura de la pantalla debe estar en acorde con la de nuestros, de forma que nuestros ojos estén entornados, y la mirada horizontal ligeramente hacia abajo. De esta forma el parpadeo es más fácil, y los ojos están más humedecidos.
La pantalla debe estar tan cerca de nuestros ojos como el teclado para que las gafas que usamos para el teclado sean las adecuadas para ver nítidamente la pantalla y no tengamos que forzar la postura de la cabeza ni del cuerpo.