Conjuntivitis adenovírica
Una epidemia que solo entre todos lograremos controlar
Cada año, en forma de brotes epidémicos, y de la misma manera que pasa con la gripe, vemos un aumento importante de los casos de conjuntivitis víricas en nuestro Servicio de Urgencias 24h. Las conjuntivitis víricas ocasionan síntomas muy molestos y pueden tardar hasta 4 semanas en curarse. Aparte, son extremadamente contagiosas, por lo que pueden ocasionar un problema importante en la comunidad y generar situaciones de epidemia.
Muchas especies víricas pueden producir conjuntivitis, pero hay una especialmente contagiosa y severa que se produce por el Adenovirus. Recientemente, estamos observando cepas agresivas del virus, por ello, en este artículo te explicamos las características principales de esta patología y qué podemos hacer para evitar su contagio.
¿Por qué consideramos importante que nuestros pacientes conozcan la conjuntivitis vírica?
En VERTE Oftalmología Barcelona estamos muy comprometidos con el cuidado de nuestros pacientes y en mantener la excelencia en la práctica clínica, por ello, tras observar un aumento exponencial de esta enfermedad en las últimas semanas, desde nuestro Servicio de Urgencias 24h hemos redactado un extenso escrito con información importante que entregamos a los pacientes que son diagnosticados de conjuntivitis vírica. Además, hemos considerado necesario también compartir con todos vosotros algunos datos de importancia sobre la enfermedad, ya que solo si somos conocedores de cómo se puede transmitir el virus y de qué síntomas ocasiona, podremos entre todos contribuir a evitar su propagación y conseguiremos erradicar más rápidamente este periodo de epidemia.
¿Qué síntomas puedo notar si padezco conjuntivitis vírica?
Cuando el virus comienza a dar síntomas, el paciente puede notar de forma más o menos súbita una sensación de tener un cuerpo extraño en el ojo o sensación de arenilla, un aumento de lagrimeo y se le puede empezar a enrojecer. Progresivamente, estas molestias suben de intensidad y se acompañan de secreciones de tipo predominantemente acuoso o mucoso. Suele ser entonces cuando el paciente acude al servicio de urgencias, donde es diagnosticado de conjuntivitis vírica.
Otros síntomas pueden ser molestias por la luz, dolor ocular o de cabeza, visión borrosa, lágrimas rojizas, entre otros. Normalmente, comienza en un ojo y a los pocos días se notan también los síntomas en el otro ojo, pero también pueden iniciarse los síntomas en ambos ojos a la vez.
¿Cómo se contagia la conjuntivitis vírica?
Los virus que provocan conjuntivitis se transmiten por tocar superficies u objetos contaminados con el virus. Una persona que tiene conjuntivitis y no está aún diagnosticada, fácilmente se va a frotar los ojos (más frecuentemente aún de lo que solemos hacerlo, debido a las molestias) y, en ese momento, el virus pasará de la superficie del ojo a la mano. Una vez las manos están contaminadas por el virus, cualquier superficie u objeto que se toque quedará también contaminado. El hecho de que sea tan fácil contagiarse viene producido por el largo tiempo que el virus puede permanecer activo en esas superficies, que suele ser de hasta 24 horas si no se desinfecta adecuadamente (algunos estudios han encontrado que incluso puede superar las 24 horas).
Desde que el virus entra en contacto con la superficie del ojo hasta que empiezan a notarse los síntomas, pueden pasar entre 3 y 7 días
Tarde o temprano alguien puede tocar ese objeto contaminado y en algún momento se tocará los ojos, iniciando así el contagio. Desde que el virus entra en contacto con la superficie del ojo hasta que empiezan a notarse los síntomas, pueden pasar entre 3 y 7 días (periodo de incubación). Por lo que esa persona va a tener virus en su superficie ocular, pero no va a tener molestias aún, y, por tanto, no va a tener un cuidado especial en evitar tocarse los ojos. Esto perpetúa el ciclo de propagación del virus.
Además, los Adenovirus también pueden transmitirse a través de las gotitas que se expelen cuando una persona infectada tose o estornuda.
¿Existe un tratamiento para aliviar y acortar sus síntomas?
Como todo problema de salud que nos hace pedir ayuda médica, tras el diagnóstico esperamos un tratamiento que nos resuelva la enfermedad o al menos que nos alivie. El problema es que, al ser de origen vírico, los antibióticos no son eficaces, por lo que el principal tratamiento es el tiempo, ya que son nuestras propias defensas las que han de ser capaces de combatir la infección. Esto significa que no hay un tratamiento específico que alivie satisfactoriamente las molestias o acorte su duración. El oftalmólogo puede recomendarnos el uso de lágrimas artificiales y lavarnos los ojos con suero fisiológico para retirar las secreciones. Poner estos líquidos en la nevera puede ser una buena idea, ya que el frío actúa como antiinflamatorio y proporciona algo más de confort. Aun así, el proceso seguirá empeorando los primeros días. El desconocimiento de este proceso de empeoramiento, conlleva muchas veces a que volvamos a urgencias preocupados por su agravamiento.
¿Cuál es la evolución de esta patología?
Habitualmente son inflamaciones benignas, pero en algunos casos la intensidad de la inflamación puede llevarnos a complicaciones. Pasados unos días (normalmente entre 7 y 10), el proceso puede tomar dos caminos:
- El primero, y el más deseable, es que los síntomas vayan disminuyendo lentamente de intensidad hasta su desaparición.
- El otro camino es que los síntomas sigan empeorando e incluso se pueda notar un empeoramiento de la visión. Por desgracia, este desarrollo es el que estamos observando con mayor frecuencia en esta epidemia actual, debido a que el virus predominante es especialmente agresivo (adenovirus).
¿Por qué existe la posibilidad de un empeoramiento de los síntomas al cabo de una semana?
Principalmente por dos razones:
- Por la aparición de unas membranas inflamatorias sobre la conjuntiva que pueden rozar con el párpado, erosionar la córnea (queratitis) y acabar creando cicatrices en el fondo de la conjuntiva. El especialista deberá controlarlas cada muy pocos días para decidir si se han de extraer y vigilar las complicaciones.
- Por el desarrollo de un fenómeno también inflamatorio en la córnea que produce unas pequeñas opacidades que pueden afectar a la visión (infiltrados). Son debidos a una reacción inmunológica que puede prolongarse en el tiempo y requerir tratamiento antiinflamatorio.
¿Cómo puedo evitar el contagio de conjuntivitis vírica?
Lo mejor que puedes hacer para evitar el contagio es evitar tocarte los ojos, y en caso de tener que hacerlo (para ponerte gotas, por ejemplo), debes lavarte bien las manos con agua y jabón o, en su defecto, con gel hidroalcohólico.
El virus puede estar en cualquier superficie de uso público: el mostrador de una tienda, la barra del bus o del metro, el pomo de una puerta, el teclado del ordenador… Aún deberíamos extremar más las precauciones si alguien que convive con nosotros tiene conjuntivitis, evitando compartir objetos con esa persona y lavándonos las manos regularmente.
En los servicios de urgencias los profesionales y el personal auxiliar también estamos expuestos al contagio. Por la seguridad de los pacientes y por la nuestra aplicamos protocolos exhaustivos de desinfección y de prevención del contagio.
Si tienes alguno de los síntomas que hemos descrito anteriormente y crees que puedes tener conjuntivitis vírica, no dudes en acudir a nuestro Servicio de Urgencias 24h en Vía Augusta nº 61. En caso de tener alguna duda, nuestros especialistas pueden ayudarte y explicarte más detalladamente algunas pautas para evitar su contagio y propagación. Contacta con nuestro servicio de Atención al Paciente llamando al 934 155 637 o envíanos un WhatsApp AQUÍ.