Un niño sano, con un comportamiento visual normal y sin antecedentes familiares de patología grave relacionada con la visión, tiene que hacer la primera revisión oftalmológica hacia la edad de 3 años.
No obstante, se recomienda hacerla antes (alrededor de los 2 años) si los padres o hermanos de vuestro hijo tienen algún problema destacable a la vista (como estrabismo o graduación muy alta).
Tenéis que traer vuestro hijo a revisión (tenga la edad que tenga, aunque sean pocos meses de vida) en el momento en que sospecháis un comportamiento visual anormal, como por ejemplo que no siga los objetos con la vista, movimientos anormales de los ojos, sospecha de estrabismo, que tropiece a menudo con las cosas...