No existe ningún estudio que certifique una relación de riesgo entre miopía magna y roturas retinianas durante el parto. Solo existen reportes de casos aislados que no alcanzan valor estadístico. Así que los esfuerzos del parto vaginal no han demostrado significativamente un aumento de riesgo de lesión oftalmológica. Lo recomendable es hacer un buen examen de retina previo para certificar ausencia de lesiones predisponentes o tratarlas con fotocoagulación Láser. De esta manera, reducimos al máximo la probabilidad de tener un desprendimiento de retina tanto durante el parto como en cualquier situación de la vida normal.